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Xavi Callejo Amat

Entrevista a Xavi Callejo sobre los Árboles Maestros, Conciencia Arbórea

Los Seres Arbóreos son Entes espirituales y energéticos

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Xavi Callejo - Arboles Maestros

Los Seres Arbóreos son Entes espirituales y energéticos

Entrevista de Cristina Jané de Portal Holístico a Xavier Callejo de Consciencia Arbórea. 

Paso un rato en compañía de Xavier Callejo, miembro del Consejo del Bosque y natural comunicador con árboles, 22 de mayo de 2016

Por un agradable secreto del universo conozco a Xavier Callejo, miembro del Consejo del Bosque. Saber de primera mano como habla con los árboles, los abraza y escucha, me transporta a un mundo mágico, poblado de seres animados, misteriosos y fantásticos, que vuelven a cobrar vida para mi después de muchos años.

Xavier, un buscador incesante de todos los mensajes y Entes que se esconden en nuestras tradiciones más perdidas, me explica pausadamente y con sencillez cómo es su relación con los árboles y con este nuevo mundo que él tiene la suerte de haber reencontrado en la naturaleza. Y siento el profundo amoroso respeto que manifiesta hacia los Seres Arbóreos y hacia todos los miembros del Consejo del Bosque.

En la actualidad Xavier Callejo organiza talleres con el objetivo de acompañara a las personas a reconectar con los árboles y la naturaleza, y es creador del web www.conscienciarborea.com. Aquí os dejo nuestra charla. Ojalá os transporte a la infancia, a las mismas sensaciones de libertad y misticismo que todos sentíamos en el bosque.

¿cómo empiezó tu aproximación a la naturaleza?

Mi despertar, por así decirlo, empezó con un viaje a Alemania, donde conocí a un maestro oriental. Él me empujó a abrazar mi propia tradición antes de abrazar cualquier otra tradición espiritual. “Si quieres ser un monje Chaolin, te costará mucho más que a una persona que ha nacido junto al templo. Si quieres abrazar un conocimiento, antes de nada arráigate a tu tradición”- me decía. Para mí fue un antes y un después.

¿Primero tu tradición? ¿Quieres decir la que conoces?

Sí. Él lo explicaba en el sentido que desde pequeños, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones resuenan con la cultura a la que pertenecemos. Las tradiciones folclóricas, el lenguaje, las comidas, los mitos, las leyendas, los símbolos y los arquetipos son cosas que llevamos grabados en nuestro ADN. Estas memorias nos vinculan a nuestra tradición ancestral y aunque no somos conscientes de ellas, son nuestra base para arraigarnos.

Tiene mucho sentido…

Sí. El maestro le daba un sentido profundo. Decía que un vez nos habíamos arraigado en nuestra tradición, después podíamos abrazar cualquier otra, pero nunca al revés. Primero es conveniente activar la información que llevamos, que somos, como herederos de un linaje antiguo. Es lo que diríamos “hacer o tener unas buenas raíces”.

La verdad es que a menudo buscamos lejos de nosotros

Sí. Aquí buscamos y abrazamos con facilidad todo lo que viene de fuera porque estamos huérfanos de tradición espiritual. No tenemos chamanes íberos o celtíberos, por así decirlo. No tenemos a nadie que nos haya traído el conocimiento y la sabiduría espiritual de esta tierra hasta nuestros días. Lo hemos perdido por el camino. Pero no significa que este conocimiento no exista o que no se pueda recuperar.

Creemos que no tenemos raíces “espirituales” de tradición

Sí, exacto. Pensamos que es mejor y más potente todo lo que nos viene de fuera y esto nos resta poder. Perdemos una gran oportunidad para desplegar todo el potencial de aquello que somos.

¿Y en qué momento perdimos esta tradición?

Con la cristianización. Antiguamente en Europa existió un sustrato de conocimiento que se hermanaba con la naturaleza, en una concepción sacra y un vínculo muy especial con ella. Esta sería nuestra base y nuestro origen. Muchas de las antiguas tradiciones del culto a la naturaleza y a la Madre Tierra han sido absorbidas y sincretizadas. Algunas han sobrevivido, pero ahora las encontramos diluidas y desacralizadas.

¿Como las fiestas paganas?

Exacto. Son tradiciones muy arraigadas y muy antiguas, que tienen su origen en la celebración de los ciclos de la tierra y en honrar al mundo espiritual que habita en la naturaleza, entre otros…

Y las fábulas, leyendas y mitos ¿demostrarían que antiguamente las personas conectaban con la natura como estás haciendo tú ahora?

En parte sí. Lo que pasa es que no podemos verlo con la mentalidad de hoy en día. Hace 1000 o 2000 años se expresaban de otro modo y vivían dentro de otro paradigma. La manera que usaban para transmitir estos conocimientos era a través de un lenguaje alegórico o simbólico.

¿Y como fue tu experiencia de reencuentro con la naturaleza?

Seguí los consejos del maestro y busqué en mis raíces. Pensé que si nuestras leyendas y mitos hablaban de un reino de seres y divinidades de la naturaleza, este reino lo podría encontrar en la misma naturaleza, no se podía haber perdido. Entonces me dije: “si esto ha existido, tiene que estar aquí todavía, ¡yo quiero conocerlo”! Y así fue. Poco a poco empecé a tener experiencias donde se me presentaba este mundo más sutil. La primera fue con el mar.

¿El mar?

Sí. En el mar tuve una primera experiencia en que me sentí unificado con todos los elementos de aquel espacio, de la playa… Y en este estado de percepción surgió una comunicación con el alma del lugar. Fue el detonante para comprender, a un nivel profundo, que todo está animado.

¿Y el reencuentro con los árboles?

Después de esta experiencia en el mar, visité una encina, un árbol centenario que conocía, pero que no había visto nunca a través de estos nuevos ojos. Y sucedió la magia otra vez. Fue una experiencia maravillosa, formidable… Tuve una sensación muy intensa de reencuentro y de sentir que “estaba en casa de nuevo”. Después entendí que había conectado ¡con el ser arbóreo!

¿Un ser arbóreo?

Sí! Los Seres Arbóreos son entidades espirituales y energéticas que habitan y animan los árboles. Son poderosos y atesoran gran sabiduría. Los griegos los denominaban “Dríades” y los Celtas “Númens”.

Uuaaauuu… y la mente ¿qué te decía?

Bueno, en estas circunstancias la mente analítica no pudo decir nada. Comprender qué es un Ser Arbóreo desde la mente es muy difícil, es algo que se tiene que vivir, se tiene que sentir. “¿Puede ser? ¿no puede ser?”¿Qué autoridad tiene el intelecto para decir lo que es verdadero para ti y lo que no lo es? Cuando se está vibrando desde el dedo meñique del pie hasta el último cabello en una experiencia real con este reino, no tienes dudas sino confirmaciones, o sea, una nueva toma de conciencia.

Me imagino que debe de ser difícil de explicar, ¿no?

Sí, es difícil ponerle palabras, pero piensa que todos hemos tenido pequeñas experiencias con el mundo intangible, de las que no hemos sido conscientes porque no se nos ha permitido ir de la mano de la sensibilidad. Pocas familias dan valor, confianza y apoyan a los niños cuando perciben otras realidades. En los talleres siempre me encuentro con personas que explican que de niños, tenían amigos invisibles y que los padres les decían que ¡eran tonterías! ¡Esto es terrible!

Nos cuesta entenderlo si no lo vivimos…

Para entender todo lo que es el Reino Arbóreo hace falta un cambio de paradigma. Según mi visión, un árbol, un bosque, es un fenómeno mucho más grande de lo que percibimos a simple vista. En el planeta tierra, los árboles son la manifestación de una conciencia que forma una gran red de inteligencia. Esta conciencia arbórea, actúa como origen de aquello que conocemos como árboles. Un árbol forma parte de una gran conciencia, que toma forma vegetal aquí entre nosotros.

Es muy mágico todo lo que cuentas…

Y fascinante porque nos abre ¡muchas posibilidades! Nos abre un mundo mucho más vivo, diferente… Un mundo que no es inanimado ni neutro, tal como postula la ciencia mecanicista. Un mundo animado que tiene un gran propósito de evolución en común y muchas cosas para mostrarnos. Comprender qué es un Ser Arbóreo desde la mente es muy difícil, es algo que se tiene que vivir, se tiene que sentir

Se me pone la piel de gallina…

Con los árboles pasa una cosa muy especial. Cuando te  acercas con respeto y con el corazón abierto, te muestran aspectos de ti mismo. Puedes sentir cosas que están dentro de ti y que quizás no le has hecho mucho caso. A través de ellos puedes ahondar en ti mismo, aceptarte y crecer.

¡Qué bonito sentir que un árbol te reconoce!

En mis primeros encuentros con la encina, sentía más fuerte mi amor por la naturaleza. Era cómo si el árbol me enseñara mis valores más puros y de alguna manera se hicieran más evidentes, cosa que me permitía abrazarlos plenamente. La Encina me “inició”, por así decirlo, y me sigue acompañando y mostrándome mis sentimientos más profundos. Es mi árbol totémico, tal como tenían también los antiguos. Al lado de la Encina he reencontrado mis raíces.

¿Y cómo superas la vergüenza o el miedo a explicar a los demás que conectas con los árboles?

Bueno, hay cosas que sólo puedes compartir con quienes sabes que puedes hacerlo. Es una lección que ya tenía aprendida. Sabía que el tiempo hablaría por sí solo y así ha sido. Hace ya cuatro años que imparto talleres y cursos y eso va a más, hay más apertura y también una necesidad profunda de muchas personas en recuperar y restaurar su vínculo con la Naturaleza.

¿Debes ser una persona especial para conectar con un árbol?

Todos tenemos el potencial de conectar y comunicar con el mundo sutil de la naturaleza porque forma parte de nuestra condición, de nuestras memorias y tradiciones. Los antepasados ya conectaban con los árboles, ¿porque no podríamos hacerlo nosotros? Toda esta información y sabiduría ha quedado relegada en nuestro inconsciente, simplemente no está activada.

O sea, que todo el mundo puede conectar con un árbol

Todo el mundo. Lo que nos impide conectar es esta parte de creencias, dogmas y prejuicios… Esto es lo que hace que estemos separados de este potencial. La comunicación con la naturaleza se hace desde el corazón. Todo el mundo siente, es una comunicación intuitiva e instintiva: el sexto sentido.Comunicación-Arboles-6

Pero somos demasiado analíticos…

Sí, llevamos muy bien incrustadas ciertas creencias y además nuestra sociedad promueve el pensamiento analítico en detrimento de la sensibilidad y los instintos. La naturaleza está animada. Esto es una realidad, no una creencia.

La persona que viene a tus talleres, ¿percibe todo esto?

¡Sí! ¡Me llevo muchas sorpresas! La persona que se interesa por el “trabajo” en relación a los árboles y a la naturaleza, viene con la mente abierta, viene dispuesta y encuentra un espacio, unos escenarios y unas fórmulas que facilitan la vivencia. Trabajamos siempre con árboles monumentales y centenarios, los que yo llamo “Los Árboles Maestros”.

¿En qué consiste la técnica consiste?

De hecho no hay técnica, pero sí que conviene una actitud determinada. Tienes que sentir y fluir, vivir el aquí y el ahora y dejar la mente analítica de lado. Es importante tratar a los árboles por lo que son: algo más que organismos vivos. Son seres vivos, sensibles e inteligentes, por lo tanto requieren una buena dosis de respeto y cautela.

Y la comunicación, ¿como se siente?

“Hablar con los árboles” quiere decir que entre un ser humano y un Ser Arbóreo se produce una conexión e inevitablemente una comunicación (un trasvase de información). Ahora bien, no se trata de una comunicación tal como lo entendemos entre personas, sino que es una comunicación de Ser a Ser, de conciencia a conciencia, a través del corazón y más allá del pensamiento.

¿Qué mensajes podemos recibir de un árbol?

Los mensajes arbóreos son contenidos muy potentes que estallan dentro de uno mismo y te conectan a la vida de una forma trascendente. Todos ellos traen siempre el sello del bien común con un propósito a favor de la vida, de la excelencia. Los árboles son seres que han logrado la frecuencia o el estado del Amor Puro.

¿Y podemos llegar a sanar “trabajando” con árboles?

En muchas ocasiones el trabajo con Árboles Maestros nos conduce a una profunda sanación emocional. Estados de ánimo, preocupaciones, traumas… Por ejemplo, alguna persona ha vuelto al útero materno, sin esperárselo, justo allí en dónde se rompió el vínculo con su madre y  esa experiencia le ha dado una nueva comprensión del origen de su problemática.

¿Los árboles te pueden llevar hasta estas memorias?

Sí, claro. Ellos te llevan hasta ese dolor emocional y sucede de forma espontánea y natural a la vez, acompañado de una energía amorosa de aceptación. No hay tensión, ni culpas, ni obligaciones y se abre un espacio de comprensión y una nueva oportunidad de tomar responsabilidades con la vida de un mismo. La vida arbórea entiende que si quieres avanzar, (crecer, evolucionar) necesitas sanarlo y esto además favorece al bien común.

¿Qué pasa dentro de una persona que vive una transformación con los árboles?

Cuando una persona tiene una vivencia fuerte al lado de los árboles, queda impregnada de una energía potente de conexión a la vida, una sensación de renovación. Es como un baño de dulzura que puede durar días o semanas. También se siente muy agradecida y llena de respeto porque lo recibe como un regalo.

Y un vez lo vives, ¿es más fácil revivirlo?

¡Por supuesto! Un vez tienes una experiencia de este tipo, ya no hay marcha atrás, se produce un “clic” dentro de ti. Has sentido la magia y la sabrás reconocer aunque sea en otro espacio o con otro Reino. El paraíso no es un lugar concreto; toda la tierra es un paraíso. Se trata más bien de un estado de percepción y de conexión con la vida.

¿Te gustaría añadir algo?

Sí, siempre tenemos que dejar la puerta abierta, sobre todo con los niños. Ellos ya la tienen porque todavía no disponen de creencias ni dogmas y perciben la vida tal como es. Ellos sienten que los árboles están vivos. Tenemos que volver a ser niños, necesitamos conectar con la Naturaleza de una forma emocional y espiritual porque esto nos permitirá ser embajadores y custodios de nuestra Tierra y estar a la altura de los demás Reinos, para seguir evolucionando conjuntamente.

Muchas gracias Xavier por este fantástico rato. Gracias también a los seres arbóreos y a todo el Consejo del Bosque. No sabes la ilusión que me hace saber que de niña, ¡no estaba equivocada! Personalmente seguiré hablando de hadas, elfos… y personajes mágicos. ¡No lo dudes!

¡Gracias por estar!

Cristina JanéPortal Holístico

 

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Las diminutas flores blancas de Udumbara se suspenden sobre los delicados tallos

Flor que florece cada 3.000 años aparece en todo el mundo

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Flor que florece cada 3.000 años aparece en todo el mundo

Las diminutas flores blancas de Udumbara se suspenden sobre los delicados tallos los cuales son más finos que un cabello humano . Foto: Edward Dai/La Gran Época
La flor udumbara se dice en una leyenda budista, que florece solo una vez cada 3.000 años, la última vez fue antes del nacimiento de Buda. Vista otra vez a través del mundo en los últimos 20 años o más, algunos dicen que puede pregonar la venida de un gran sabio o ser iluminado.

Esta muy pequeña y fragante flor se despliega sobre un delgado tallo y es sorprendentemente resistente. Gente que encontró la Udumbara en años recientes reportó tenerla por largos periodos de tiempo sin pudrirse ni marchitarse, e incluso la han visto levantarse después de haber sido aplastada.

Fue vista por primera vez en una estatua de Buda en un templo de Corea del Sur en 1997. En 2010, un medio dirigido por el régimen chino sorpresivamente reportó avistamientos de la flor, llamándolo celestial. Esto nos sorprende porque el régimen es oficialmente ateo y no sugeriría que un gobernante espiritual llegaría a la Tierra. Todos los artículos fueron removidos de los medios del Estado después de ser publicados, pero no antes de difundirse a través de las redes chinas de Internet.

Flores de udumbara sobre una aguja de pino, fotografiadas por un microscopio Foto: Dr. Li, de Malasia.

Flores de udumbara sobre una aguja de pino, fotografiadas por un microscopio Foto: Dr. Li, de Malasia.

Desde entonces, el régimen ha dicho que la udumbara es un huevo de insecto, el huevo de una crisopa verde. Aunque los huevos de  crisopa y la udumbara son similares en apariencia, los huevos se han visto marchitarse y morir poco después de la eclosión, mientras que las flores son fragantes y perdurables. Udumbara es una palabra de la antigua lengua de la India, Sánscrito, significa “una flor auspiciosa del Cielo”.

De acuerdo con una leyenda budista, su aparición pregona la llegada del Santo Rey que Gira la Rueda, rectificando el Fa (Ley celestial) en el mundo. Se dice que este Rey acepta a cualquiera de cualquier afiliación religiosa, ofreciendo salvación para todos a través de la compasión.

El Volumen 8 de las escrituras budistas “Profecías Huilin e Interpretación” establece que: “La flor de Udumbara es el producto de un fenómeno propicio y sobrenatural; es una flor celestial y no existe en el mundo mundano. Si un Rulai (título de un ser iluminado) o el Rey de la Rueda Dorada aparece en el mundo humano, esta flor aparecerá debido a su grandiosa virtud y bendiciones”.

Flores de udumbara crecen en hojas de una planta. Foto: La Gran Época

Flores de udumbara crecen en hojas de una planta. Foto: La Gran Época

Fuente: La Gran Época

La Cultura Hebrea y los Árboles

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La Cultura Hebrea y los Árboles

Por Francesc Sanchez

Si hoy observamos el territorio palestino, podemos ver un paisaje árido y desértico, donde parecería que la presencia vegetal no habría sido nunca numerosa. Pero estaríamos sumamente equivocados. En tiempos pasados, según relatan diversas crónicas, el territorio conocido como Canaán o Palestina disponía de una masa forestal y vegetal muy rica y abundante. De hecho, el mismo libro bíblico del Éxodo nos explica que Yahvéh había prometido al pueblo hebreo vivir en un país de una enorme riqueza agraria, “donde rezuma leche y miel”, es decir, una especie de Edén o Paraíso terrenal.

Último ejemplar del Encinar de Mamré

Último ejemplar del Encinar de Mamré

El perpetuo estado de guerra que ha vivido la región del Próximo Oriente, la sobreexplotación humana y diversas catástrofes naturales han configurado finalmente el actual paisaje. Pero la convivencia durante siglos del pueblo hebreo al país cuando aún poseía mucha riqueza forestal impregnó también algunos detalles de sus creencias, ni que fuese metafóricamente.

Es importante señalar que cuando los hebreos llegaron a la “Tierra Prometida” alrededor del siglo XIII aC (según nos explica la misma Biblia) ya existían diversos pueblos que habitaban el territorio, llamados genéricamente los “cananeos”, y que poseían una serie de creencias religiosas basadas en las fuerzas de la naturaleza y también en los árboles.

Estos cultos naturalistas fueron detestados por los israelitas, y este rechazo hacia los “bosques sagrados” fue transmitido posteriormente a la religión cristiana, aunque no pudieron evitar que algunos árboles adquiriesen una importancia primordial en algunos pasajes de la historia hebrea, remarcados con una intencionalidad religiosa evidente, salvadora, justiciera o moralizadora.

Según nos explica el libro primero de la Biblia, el Génesis, la conocida Arca de Noé, con que este patriarca y su familia se salvaron del Diluvio Universal, estaba construida con madera de árbol de gófer, por sus características de una alta concentración de resina, y que los estudiosos han querido identificar con los cipreses, muy abundantes en aquella zona del Próximo Oriente y muy bien valorados en la construcción de embarcaciones por su resistencia al agua. En este caso, el gófer era una herramienta de salvación de la humanidad respecte del cataclismo provocado por Yahvéh por sus pecados. mamre

Bajo las Encinas de Mambré, según nos explica també el libro bíblico del Génesis, Abraham recibió la visita de tres extraños viajeros que recibieron hospitalidad del mismo Abraham (según alguna tradición uno de ellos era el mismo Yahvéh) y le anunciaron el futuro embarazo de su mujer Sara, a pesar de que tenía casi cien años.

Igualmente, bajo las mismas encinas, el patriarca Abraham pidió a Yahvéh que salvase a los justos que pudiesen residir en las pecadoras ciudades de Sodoma y Gomorra, entre ellos su propio sobrino Lot, de la ira divina que quería destruir ambas ciudades por los grandes pecados que habían cometido. La encina se convirtió en un punto de contacto y de comunicación con la divinidad.

Durante el periplo del éxodo descrito en la Biblia en el libro del mismo nombre, el pueblo hebreo constituyó los dogmas y los rituales de su fe, y según las mismas órdenes divinas, fabricaron una serie de objetos rituales sagrados. La misma Arca de la Alianza, quizás el objeto más importante, estaba fabricada con madera de acacia, y las varas que servían para transportarla (debido a que ningún hombre podía tocarla) también eran de la misma madera.

Pero no fue el único elemento religioso hebreo que utilizó las maderas de acacia, sino que siguiendo las directrices mandadas por Yahvéh también fueron usadas para las mesas, las columnas y los capiteles del Tabernáculo (una especie de santuario móvil utilizado durante la travesía por el desierto), el Altar del Incienso, la Mesa de los Panes de la Proposición y el Altar del Holocausto.

Todas las maderas estaban recubiertas de oro, plata o bronce, exceptuando la madera usada en las sesenta columnas del atrio del Tabernáculo. Se supone que la elección de la madera de acacia como elemento básico, debía estar relacionada con algún tipo de valoración positiva divina hacia este árbol, que otras especies no tenían para la consciencia del pueblo hebreo.

La Menorah (el candelabro de siete brazos) que simbolizaba el Espíritu divino, sólo se podía mantener encendido con aceite de oliva, en un estado de pureza total. Los olivos están muy presentes en todo el territorio del Próximo Oriente y su producción muy bien valorada tradicionalmente, tanto para el consumo humano como por la relación con los cultos y los rituales.

Más adelante, el libro de los Jueces nos explica como la profetisa Débora realizaba sus adivinaciones, amparada por el don que Yahvéh le había otorgado de la profecía, bajo una palmera al territorio de Efraím (una de les tribus de Israel).

En el Segundo Libro de Samuel, Absalom, hijo del rey David, se sublevó contra su padre y en el fragor de una batalla, al ser derrotado, durante la huida, sus cabellos quedaron enganchados en las ramas de una encina, y quedó prisionero hasta que fue rematado por unos soldados enemigos. En este caso, la encina interviene como un elemento que pretende ayudar a Yahvéh a impartir justicia contra el hijo rebelde, enemigo de su propio padre

Encina de Mamré en la actualidad

Encina de Mamré en la actualidad

En el Primer Libro de los Reyes, se nos describe la construcción del Templo de Jerusalén por parte del rey Salomón, alrededor del año 1000 aC, donde también fueron utilizados determinados árboles, según les directrices divinas. La madera del ciprés fue usada para el suelo, la de olivo para las puertas y la de cedro para las paredes. Actualmente no conocemos el significado de la elección de estas maderas en especial, pero nadie puede dudar que dicha elección debía obedecer a alguna mena de significación religiosa.

Dentro del Nuevo Testamento, Jesús el Nazareno utilizó en múltiples ocasiones ejemplos relacionados con el mundo vegetal y la agricultura, en las conocidas parábolas, síntoma de la gran conexión que había en el pueblo hebreo hacia la naturaleza y todos sus elementos (incluidos los árboles). Pensemos en la parábola de las espigas del trigo y la cizaña, o la maldición que Jesús lanzó contra la higuera estéril porque no daba frutos (como aquellos que no tienen fe).

De hecho, su misma muerte colgado y clavado en un madero vertical (quizás la simbología de un árbol, donde el “estipe”, la parte vertical de la cruz asemejaría con el tronco de un árbol y el “patibulum”, la parte horizontal las ramas del mismo), con una resurrección por la Pascua (primavera) cuando toda la vida vegetal vuelve a renacer.

Una cultura que rechazaba el culto a les fuerzas de la naturaleza y a los árboles, pero que tampoco no podía prescindir. Y que había otorgado a determinados árboles un significado místico y casi divino.

La Tierra es más verde que hace 33 años

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La Tierra es más verde que hace 33 años

Desde 1982, la Tierra se ha enverdecido en unos 36 millones de km2, una superficie parecida a dos veces los EE UU. Un equipo internacional con participación española ha captado el aumento de la superficie foliar terrestre a partir de imágenes de satélites, y revela que el enverdecimiento es resultado del efecto fertilizante que ejerce el dióxido de carbono atmosférico sobre las plantas. Sin embargo, los científicos aseguran que esto no significa que el aumento de CO2 sea positivo para el clima.

La Tierra es ahora más verde que hace tres décadas. Esta es la principal conclusión de un estudio internacional, publicado en Nature Climate Change, que ha detectado un ascenso significativo de la cantidad de biomasa verde –las hojas–, en el 40% de las regiones del planeta desde 1982 a 2015, mientras que solo en un 4% se ha apreciado una pérdida significativa de vegetación.

«Con este estudio, hemos podido atribuir el enverdecimiento del planeta al aumento de los niveles de CO2atmosféricos provocado por el consumo de combustibles fósiles», asegura Josep Peñuelas, coautor del trabajo e investigador del CSIC en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

CREAF |  | 26 abril 2016 15:13

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Cambio de la superficie foliar en porcentaje, de 1982 a 2015. Cuanto más verde, más ha aumentado el número de hojas; cuanto más lila, más ha disminuido el número de hojas. / Ranga B. Myneni, Universidad de Boston).

Al haber más dióxido de carbono, las plantas han podido generar más hojas capturándolo de la atmósfera, durante la fotosíntesis. Gracias a ello, el incremento de la concentración de este gas de efecto invernadero se ha visto frenado.

Al haber más dióxido de carbono, las plantas han podido generar más hojas capturándolo de la atmósfera, durante la fotosíntesis

Esta gran adición de verde «puede tener la capacidad de cambiar los ciclos del agua y del carbono a nivel global», añade Peñuelas. Otros estudios ya habían detectado que las plantas eran capaces de almacenar cada vez más carbono desde 1980, lo que concuerda totalmente con la idea de enverdecimiento planetario que defiende esta investigación.

Las emisiones de CO2 siguen siendo un problema

Sin embargo, esto no significa que el aumento de CO2 atmosférico sea positivo para el clima. A pesar de esta mayor cantidad de hojas, «el cambio climático, el aumento de la temperatura global, el incremento del nivel del mar, el deshielo o las tormentas tropicales cada vez más potentes son un hecho», asevera el investigador.

Además, «el efecto fertilizante del dióxido de carbono cada vez es menor a medida que las plantas van aclimatándose a este aumento o echan de menos otros recursos necesarios para su crecimiento como el agua o los nutrientes, sobre todo el fósforo».

Esta fertilización por parte del CO2 es el principal motivo (en un 70%) por el que la Tierra se está enverdeciendo. Pero el estudio, además, identifica el cambio climático (en un 8%), el nitrógeno atmosférico (en un 9%) y los cambios de usos del suelo (en un 4%) como otras razones de peso que habrá que seguir para ver cómo evoluciona la vegetación a nivel planetario.

Fuente: Agencia Sinc, la Ciencia es Noticia

En el corazón está la magia

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En el corazón está la magia

Vivir desde el corazón te abre a la magia de la naturaleza, vivir desde la mente te separa de ella.

Cuando entras en un bosque, cundo discurres por prados, cuando visitas una cueva o una fuente, cuando subes a una cima, cuando paseas junto al mar, en todos los casos estás interactuando con en un espacio vivo y habitado. La naturaleza está animada, existe y vive en un estado que es anterior al pensamiento humano, ella existe en el Paraíso. Serás consciente a esta realidad si tu aventura es guiada por tu sentir más profundo más allá de tu mente racional, si lo haces desde una escucha consciente y una apertura emocional. En tu corazón está la llave a la percepción de lo sutil, de lo esencial, la llave a una conexión real con el mundo espiritual y esencial de los demás reinos que te rodean.

Si logras entrar en la magia de la Vida y de la Naturaleza, en el paraíso, a través de tu corazón podrás restablecer tu vínculo con tu deseo más profundo de existir y tu propósito de renacer continuamente a nuevos estados de consciencia.

Recuerda: La magia no está lejos de ti está dentro de ti, en tu corazón. 

¿desde dónde quieres vivir tu vida?

Conscienciarborea.com

Aplicaciones móviles y plantas

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LAS APLICACIONES MÓVILES QUE TE DICEN TODO SOBRE UNA PLANTA SÓLO CON UNA FOTO

Como no podría ser de otro modo las tecnologías y aplicaciones de móviles quieren llegar a todos los rincones y expresiones del planeta. Y ahora es el turno de los vegetales, aunque de momento solo llegan  a una mínima parte de ellos: los más conocidos. Viene bien recordar que se estiman unas 300.000 mil especies de plantas en todo el mundo, eso significaría una base de datos inviable para una aplicación móvil (de momento).

Hay personas que necesitan conocer los nombres de flores, plantas y árboles por qué les llena de placer saber que saben nombrarlas, les enriquece. Y si lo hacen es por qué aman ese reino (cuando amas algo necesitas poder nombrarlo). Conocer el nombre de una planta, una flor o un árbol permite que establezcamos un vínculo con ese ser vegetal y a partir de ahí cada uno vivirá ese vínculo acorde a su nivel de consciencia, a sus deseos y a sus necesidades.Plantas-y-aplicaciones

Pero cierto es que siendo el nombre un nexo con el otro ser, eso no significa que sin él no se pueda dar esa conexión. Así como hay miles de personas que se sienten y están muy unidas a plantas, flores y árboles y siguen sin conocer sus nombres, las hay que conociendo sus nombres siguen sintiéndose muy poco vinculadas a ellas. No es necesario saber los nombres para relacionarse con plantas, flores y árboles, cuando amamos y respetamos a ese reino y nos sentimos vinculados a él,  aunque grata, la nomenclatura no deja de ser un complemento.

El Reino Vegetal no nos va a exigir que sepamos sus nombres, de hecho esos nombres los hemos creado los humanos. El Reino Vegetal se da a conocer por lo que es, por lo que emite, por lo que desprende a nivel de frecuencia de vida: por su altruismo y su contribución al bien común. Y eso, nos conviene estimarlo y corresponderlo para el bien planetario.

Os dejo con la información para quién le sea de interés…

«Con el simple gesto de hacer una fotografía puedes encontrar cualquier flor del mundo, incluso sin estar conectado a Internet. Si alguna vez has pasado cerca de una flor, planta o árbol y te has quedado prendado de su aroma y con la incertidumbre de cuál era su nombre, no te preocupes más. En FCINCO te dejamos cuatro aplicaciones gratuitas que te revelarán sus datos al instante. Al igual que la app Shazam para averiguar los títulos de canciones o, Vivino, para identificar un vino fotografiando su etiqueta, hay otras que identifican vegetaciones.

Pl@ntNet

Pl@ntNet es una aplicación para identificar todo tipo de plantas de forma muy sencilla y rápida, ya que permite introducir hasta 4 fotografías. Tan solo tienes que subir una imagen, y seleccionar si es una flor, un árbol, una hoja, o un fruto. Como dispone de una base de datos con más de 4.000 especies, te muestra con cuál coincide más, además del nombre, su familia y zona geográfica a la que pertenece.

Si eres un descubridor, también puedes registrar tu planta para que otros hagan sus aportaciones. Está disponible para dispositivos iOS y Android y en castellano, inglés y francés.

ArbolApp

Ésta ha sido creada por el CSIC en colaboración con el Real Jardín Botánico, e incluye 118 especies de árboles silvestres de la Península Ibérica y las Islas Baleares. Cada especie cuenta con un mapa de distribución, una breve descripción y una o varias fotografías. Y si algo no te queda muy claro, consulta el glosario con más de 80 términos. Además de identificar las especies de árboles, con esta app se puede aprender tanto información científica como curiosidades y leyendas.

ArbolApp está disponible en inglés y castellano y funciona de manera autónoma sin conexión a Internet para que puedas perderte por los bosques y aprendas mientras juegas a ser Sherlock Holmes.

Treezilla

Esta app contiene un mapa de los árboles de Gran Bretaña y calcula los beneficios ambientales (servicios del ecosistema) que proporciona cada uno. Con una imagen, se puede medir el tamaño de los árboles e identificarlos, y especificar las contribución que hace a la naturaleza.

iKnow Trees 2 LITE

Con esta app tendrás una gran guía de campo sobre árboles de Europa y América del Norte en la palma de tu mano. Tiene una completa biblioteca con 200 especies de árboles y unas 2000 imágenes, descripciones extensas y los nombres de árboles en 7 idiomas. También revela la identificación científica, y tiene un juego para valorar todo lo que has aprendido.

Fuente: Agriculturers

Iciar Bollaín rueda el drama del expolio de los olivos milenarios

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Iciar Bollaín rueda el drama del expolio de los olivos milenarios

Fuente: Rafa Ruiz, El Asombrario & Co. Fotos: Jose Haro

Fotograma de la película ‘El Olivo’, de Iciar Bollain. Foto: José Haro.

Fotograma de la película ‘El Olivo’, de Iciar Bollain. Foto: José Haro.

No estamos acostumbrados a que una película española de ficción se acerque a un tema medioambiental. Iciar Bollaín lo ha hecho, de la mano de su compañero y guionista de cabecera, Paul Laverty, con calidad y emoción. En mayo se estrenará ‘El Olivo’, que recoge el drama que sufren muchos olivos abandonados en El Maestrazgo por el afán de rentabilidad cortoplacista, por escasa sensibilidad, por especulación, por desidia. Hemos hablado con la directora y también con la gente de Apadrina un Olivo, que están plantando lucha para que estos árboles sean el acicate de un renacimiento rural.

“Es que este árbol no es nuestro. No nos pertenece. Es de la historia, de la vida, de la tierra, de nuestros abuelos y bisabuelos y tatarabuelos. No es nuestro”. Es una de las escenas y de las frases más impactantes de la película. Es el alegato que hace un agricultor frente a sus hijos, que quieren vender un olivo milenario para obtener un dinero que les viene muy bien, para tapar agujeros de sus maltrechas economías. Pero el hombre de campo de toda la vida -interpretado por Manuel Cucala, un agricultor de verdad, retirado, de 74 años, no un actor; elegido tras un concienzudo casting entre la gente de la comarca- les responde que pronto se habrán gastado el dinero y se habrán quedado sin nada, sin el dinero y sin ese árbol que es su vida, con el que comparte la savia y la sabiduría de la tierra.

Es la visión y los ritmos de la naturaleza frente a la urgencia de la ambición humana. Y eso está muy bien contado en El Olivo, porque frente a las laderas apacibles de olivos, Bollaín ha retratado ese otro paisaje de la burbuja inmobiliaria, las prisas y la corrupción -que además de corrupta es hortera- de la franja española mediterránea, simbolizada en esa mansión con piscina vacía ornamentada con una réplica de la Estatua de la Libertad.

La película es muy española, pues tiene mucho del paisaje bueno y malo de ese trozo del país, pero también porque retrata a unos seres quijotescos en un viaje casi a ninguna parte en medio de un mundo cuyos resortes de dura rentabilidad ni manejan ni entienden bien. “A veces te tienes que lanzar de cabeza, y la gente te ayuda por el camino”, dice la protagonista, Alma, interpretada por una impresionante Anna Castillo, y que ya nos engatusó con su desparpajo en la exitosa obra de teatro musical La Llamada.

“Sí, estoy contenta con el resultado, porque creo que la película refleja bien lo que queríamos contar, que no siempre se consigue”, me cuenta la directora durante una comida tras un pase previo de El Olivo a los miembros de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) www.apiaweb.org. “Y creo que va a comunicar bien con diferentes generaciones y con la gente joven”. Buena parte de esa conexión tendrá que ver con quien ha escrito la historia, Paul Laverty, el escocés que es también guionista de Ken Loach, y agradecérsela a la actriz protagonista, Anna Castillo, prácticamente nueva en cine, pero inmensa en su descarada naturalidad (¿Goya a actriz revelación?), y que da vida a una chica que ha encontrado sus señas de identidad en su abuelo y en un árbol que parece que tiene la expresión de un monstruo bueno (también hubo un concienzudocasting de olivos durante una semana; se seleccionaron varias decenas, y la directora fue quien eligió al protagonista vegetal; el que aparece en Alemania por supuesto no es natural, sino de fibra de vidrio reproduciendo a tamaño casi natural el original). Son el abuelo y la tierra los que la abrazan y dan calor. Como dice Bollaín: “Abuelo y olivo son lo mismo. El olivo es su raíz, su infancia, su tierra”. Y no quiere que se lo arranquen. “Lucha frente a esa pérdida, porque es luchar frente a la falta de valores. Y la crisis tiene desde luego una dimensión económica dramática, pero también una parte de que nos arrancan valores y señas de identidad”. El abuelo y el olivo representan lo que se pierde en un mundo de prisas y especulación que construye piscinas absurdas con estatuas de la Libertad; y la protagonista no deja de ser una radical (radical de querer tener raíces).

Fotograma de la película 'El Olivo' de Iciar Bollaín. Foto: José Haro.

Los tres protagonistas de la película ‘El Olivo’. Foto: José Haro.

Un olivo arrancado de su tierra para malvivir entre cristales, para decorar un edificio de oficinas en Alemania. La película tiene estructura de cuento: el abuelo, la nieta y el árbol. Pero es que desgraciadamente es la suerte que han corrido muchos de los mejores ejemplares: ser arrancados para decorar jardines particulares o de empresas en España, Europa o incluso China.

El dinero frente a las raíces

Ahora afortunadamente ya se están tomando medidas de protección, como en la Comunidad Valenciana. Y de sensibilización, como el proyecto Apadrina Un Olivo. “Es que este árbol no es nuestro. No nos pertenece. Es de la historia, de la vida, de la tierra”.

Ésa es también la frase de la película que se le ha quedado grabada a José Alfredo Martín, co-fundador de Apadrina Un Olivo, proyecto con epicentro en el pueblo turolense de Oliete; llevan dos años dando visibilidad al abandono de los olivares de la comarca. “Desde luego que la película de Iciar nos va a ayudar a dar más proyección a nuestro empeño. La película te toca, y eso por supuesto que ayuda a concienciar sobre el problema”.

José lo explica bien: parten de Oliete y de los olivos para ir más allá. También con un punto quijotesco, como los protagonistas de la película: “Es una iniciativa para transformar el abandono de las áreas rurales”. Para darle la vuelta a ese proceso que tratan de que veamos como irremediable, y no lo es, de éxodo rural. “Fíjate, Oliete era una población con 2.400 habitantes, y ahora tiene sólo 480. Se cultivaban 378 hectáreas de olivar, y ahora sólo 56. Calculamos que eso supone que hay unos 100.000 olivos abandonados. Y es el destino que le esperan a muchos núcleos rurales en España; porque hay 3.600 municipios con menos de 500 habitantes”.

Fotograma de la película 'El Olivo' de Iciar Bollaín. Foto: José Haro.

Abuelo y nieta en una de las entrañables escenas de ‘El Olivo’. Foto: José Haro.

Por eso él -que trabajaba como auditor financiero, algo que le aburría bastante-, su hermano y dos amigos, uno de ellos de Oliete, que se conocieron en una Campus Party en Londres (como en la película también se alía lo más pegado a la tierra con lo más moderno, con las nuevas tecnologías, en un link intergeneracional que merece la pena destacar, por lo que tiene también de estructura circular, últimamente tan de moda), idearon este plan para devolver energía a los pueblos. “Y se nos ocurrió proponer algo diferente para salvar el pueblo y salvar estos árboles: ofrecerles una experiencia actual, en línea con lo que hoy se lleva: Apadrinar un olivo”. Por 50 euros al año, incluye, aparte de la satisfacción de contribuir a preservar medioambiente y pueblos, una app para móvil en el que puedes seguir los cuidados, aspecto y evolución del olivo que has elegido, excursión al pueblo (con lo que eso supone de revitalización del turismo rural en la zona) y, ahora, para ir afianzando ese vínculo árbol/humano, el regalo de 2 litros de aceite -“social, solidario, ecológico y sostenible”- procedente de los olivos incluidos en el proyecto. La iniciativa cuenta con 800 padrinos y madrinas y 2.000 olivos recuperados mediante acuerdos de custodia del territorio, y en ella hay ya 22 personas involucradas, un acuerdo con ATADI (Agrupación Turolense de Asociaciones de Personas con Discapacidad Intelectual), la implicación del Gobierno de Aragón y el apoyo económico de Fundación Telefónica y Hojiblanca. El siguiente paso será extenderse a los pueblos vecinos de Ariño y Alacón, abrir a finales de este año una almazara propia para comercializar su propio aceite bajo una marca de Consumo Responsable, y seguir recuperando olivos, creando puestos de trabajo en el medio rural y revitalizando pueblos que languidecen.

La película El Olivo y el proyecto Apadrina Un Olivo coinciden en algo fundamental: Soñar con un ideal. Perseguir lo que puede parecer una utopía dentro de este rígido orden neoliberal mundial.

Además, todos podemos poner nuestra ramita de olivo, ya que en change.org está en marcha una campaña para pedir al Parlamento Europeo alguna acción para acabar con el expolio de los viejos olivos y otros árboles centenarios, puesta en marcha desde la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente y César-Javier Palacios, y que cuenta ya con casi 150.000 firmas.

Fuente: Rafa Ruiz, El Asombrario & Co. Fotos: Jose Haro

Bután celebró el nacimiento del nuevo príncipe plantando 108,000 árboles

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Bután celebró el nacimiento del nuevo príncipe plantando 108,000 árboles

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Fuente: Cristina Bazán – La Gran Época

Decenas de miles de ciudadanos plantaron 108,000 árboles en Bután el pasado 6 de marzo, para celebrar el nacimiento del nuevo príncipe que fue anunciado por los padres del heredero al trono, su majestad el Rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck y la reina Jetsun Pema, el 5 de febrero de 2016.

Esta celebración estuvo llena de símbolos budistas, ya que en esta vía de cultivación los árboles tienen un significado muy especial. Recordemos que el Buda alcanzó la iluminación bajo la Higuera Sagrada.

De acuerdo con el Budismo “un árbol es el proveedor y sustentador de todas las formas de vida, simboliza la longevidad, la salud, la belleza e incluso la compasión”, dijo Tenzin Lekphell, coordinador de la iniciativa llamada Trendel en el idioma local, según informan reportes de TheDiplomat.com. Además, cada árbol fue sellado con una oración y un deseo de la persona que lo plantó, para Su Alteza Real el Príncipe de Bután; “de modo que al igual que el árbol generoso, el Príncipe también crezca sano, fuerte, sabio y compasivo”, agregó Lekphell.

Plantada de árboles

Dasho Karma Raydi, uno de los voluntarios para el cuidado de los árboles, dijo: “ahora estamos nutriendo las plantas como si estuviéramos nutriendo al pequeño Príncipe”, informó la BBC.

El número de árboles tampoco fue elegido al azar, ya que “108” es un número sagrado en el budismo porque se relaciona con la limpieza de las 108 impurezas que impiden a los seres alcanzar la iluminación, explicó Lekphell.

Cada uno de los 82,000 hogares del país plantaron un árbol y los otros 26,000 fueron plantados por 100,000 voluntarios entre los que se encontraban el primer ministro Tshering Tobgay, tres de sus ministros, e incluso el líder de la oposición.

Los árboles se plantaron en terrenos especiales ubicados en 14 distritos y el Ministerio de Turismo aprovechó la ocasión para inaugurar en la capital nacional de Thimphu el “Jardín de la felicidad”, que cubre un área de 48,400 yardas cuadradas, donde los turistas extranjeros también estaban invitados a plantar los “árboles de la felicidad”, con el ánimo de tener árboles que representen a todos los países del mundo “para poder tener más cerca a los pueblos del mundo”, dijo Damchoe Rinzin, un portavoz del Consejo de Turismo de Bután, como menciona The Diplomat.

El pequeño reino de Bhután es conocido como “El país de la felicidad” y mantiene un sistema de Monarquía Democrática con una política única en su género; llamada “Felicidad Nacional Bruta”, acuñada por el cuarto rey Singye, padre del rey titular, en 1972, cuando tenía tan sólo 16 años. Esta política equilibra el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente y el bienestar de su gente, agrega este medio.

Asimismo, la constitución butanesa establece que al menos el 60% de la superficie del país debe permanecer siempre cubierta árboles, menciona el sitio web Muy Interesante.

Los butaneses son en su mayoría Budistas, ellos aman y respetan la pareja real, cuya celebración nupcial, en octubre de 2011, fue muy modesta y de bajo presupuesto, pero el pueblo festejó en grande iluminando el cielo con fuegos artificiales, de acuerdo con el sitio web The Diplomat.

La BBC menciona que esta no es la primera vez que Bután participa en una plantación épica de árboles. El país estableció en 2015 un récord mundial Guinness por plantar cerca de 50,000 árboles en una hora.

Fuente: Cristina Bazán – La Gran Época

Entrevista a Stefano Mancuso

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Entrevista a Stefano Mancuso

«No hay diferencia entre la inteligencia de los animales y la de las plantas»

Fuente: Pilar Quejada de ABC

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Stefano Mancuso es profesor asociado de la Universidad de Florencia y dirige el laboratorio internacional de Neurobiología Vegetal. Estuvo en España hace unas semanas para presentar su libro “Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal”, editado por Galaxia Gutenberg. Rodeado de cierta polémica por parte de sus colegas del mundo vegetal, Mancuso impartió una conferencia en el Real Jardín Botánico de Madrid retransmitida por TEDxGran Vía. Entre los puntos en discordia destaca el término “neurobiología vegetal», ya que, argumentan sus colegas, las plantas carecen de sistema nervioso, y también el concepto mismo de inteligencia vegetal. En su conferencia Mancuso desmitificó algunas creencias sobre las plantas y abrió otros interrogantes en el auditorio.

-Me ha llamado la atención el término “neurobiología” vegetal. ¿Significa esto que las plantas tienen un sistema nervioso?

-No. Ese término nació para indicar que en el ámbito vegetal se pueden aplicar las mismas técnicas que en las neurociencias. Las plantas no tienes neuronas, ni nervios, pero si consideramos que las neuronas del cerebro de los animales son células que producen y transportan señales eléctricas, en las plantas la mayoría de las células ejercen este tipo de función. Y si nos fijamos en la raíz, vaemos que hay una producción mayor que en el resto de la planta de células que transmiten señales eléctricas, por lo que sí que hay similitudes entre los dos reinos.

-Defiende que las plantas tienen inteligencia, ¿como define esa inteligencia vegetal?

-No hay diferencias entre la inteligencia de animales y plantas. El problema de la inteligencia es su definición. Solemos limitarla al ámbito humano o a animales parecidos al ser humano, pero creo que eso limita un fenómeno biológico más amplio. Yo la defino como la capacidad de resolver problemas. Si vemos así la inteligencia, todos los seres vivos han de solucionar problemas. Y si no, la evolución hace que desaparezcan. La inteligencia es una propiedad de la vida que todos los seres vivos deben tener para sobrevivir.

-Eso, en términos darwinianos, sería la capacidad de adaptación…

-Podría ser, en un cierto sentido. Pero a diferencia de la capacidad de adaptación darwiniana, que requiere mucho tiempo, la inteligencia se considera en el transcurso de una vida. Darwin define la inteligencia como una herramienta que se desarrolla a lo largo de la vida, y mi idea es muy parecida a la de Darwin. Es algo que está tanto en las bacterias como en los hombres, pero difiere en cantidad.

-Asegura que las plantas duermen. ¿Cómo lo hacen?

-Las plantas duermen de forma muy parecida a los animales. Tienen un ciclo diurno, activo, y otro nocturno, de descanso. También hay plantas que son nocturnas, como algunos animales, y los ciclos van al revés. La fase de descanso de las plantas tiene las mismas características que en los animales. Por ejemplo, no tienen sensibilidad del entorno. Incluso las posiciones de descanso son parecidas. Muchas plantas cierran sus hojas o las colocan en una posición distinta. Y, como los animales, a medida que cumplen años necesitan menos sueño. Hay diferencia en la cantidad de sueño que necesitan las plantas jóvenes y las más mayores. Y también es un tema de genes que se activan de forma diferente, igual que ocurre con los animales.

-Pero no sueñan, que sepamos…

-No, eso no (ríe).

-¿Qué función cumple el sueño en las plantas?

-Por qué dormimos no lo sabemos con certeza. Tampoco en las plantas. A menudo lo relacionamos con la actividad cerebral pero no hay ninguna prueba científica y suelen ser teorías. Las plantas no tienen cerebros, pero sus procesos son similares a los de los animales.

-Hay mucha gente que toca las plantas porque cree que transmiten energía positiva, ¿es cierto?

-Si se toca una planta pequeña, de las de casa, a la planta no le gusta nada. Un experimento sencillo puede servir para demostrarlo. Se ponen un par de habas en agua, para que germinen. A una la tocamos un minuto al día y a la otra no. Al cabo de dos semanas podemos observar que la que hemos tocado ha crecido menos. Respecto a tocar o abrazar los árboles, no hay ninguna prueba científica, pero sí entiendo que puede ser positivo para la psique ese contacto con la naturaleza.

-¿Sirve de algo hablar a las plantas?

-No. Se hizo un experimento en el que se leían libros a una serie de plantas y a otras no y se comparaba su crecimiento. No había diferencias significativas entre ambos grupos. Y eso que los autores eran buenos [bromea]. Sólo hubo una pequeña diferencia cuando les leyeron un fragmento de Darwin. Crecieron más deprisa. Pero no era significativo. [De nuevo bromea] Podría significar que lo que oían no les gustaba y querían escapar, por eso crecían más deprisa, explica riendo.

-¿Y ponerles música?

-Las plantas no pueden apreciar ningún tipo de música. Perciben solo vibraciones y frecuencias. Y prefieren las más bajas, las más comunes en la naturaleza, entre los 100 y 400 hertzios, que sonaría como la sirena de un barco. Cuando hablo de preferencias, me refiero a que al poner una fuente de sonido de 300 hertzios, las raíces de las plantas tenderán hacia esa fuente de sonido.

-¿Por qué?

-Esa frecuencia, en torno a 300 hertzios, es parecida a la que produce el agua que fluye. Una posibilidad es que asocien esta frecuencia con la presencia de agua.

-¿Una especie de búsqueda de agua guiada por el sonido?

-Sí

-Un poco de ciencia ficción. ¿Una planta puede detectar a un asesino, como sugería una película de detectives de hace años, y temblar de miedo cuando le ve?

-(Ríe) Recuerdo esa película y creo que era italiana. Pero no es verdad. Las plantas no tienen posibilidad de reconocer a las personas, ni tampoco a un asesino.

-¿Tienen sentimientos, sienten miedo, por ejemplo?

-Depende. Sentimientos en términos humano, no. Pero como forma de comportamientos de las plantas, en este caso sí. Por ejemplo, si ponemos plantas de la misma familia a crecer juntas vemos unos comportamientos diferentes que si no pertenecen a la misma familia. Pero si hablamos de sentimientos como miedo, antipatía, odio, en ese caso, no.

-¿Sienten dolor?

-Las plantas están diseñadas para ser comidas y el dolor es un mecanismo de defensa de los animales para huir del peligro. Las plantas no pueden moverse. No creo que sientan dolor, pero no hay evidencias en un sentido u otro.

-Dice que las plantas tienen nuestros cinco sentidos, más otros diez. Podemos entender el tacto, porque las tocamos y reaccionan, como las mimosas; o el oído, por medio de vibraciones, como ha explicado. ¿Pero y el olfato/gusto y la vista?

-Las plantas ven la luz y sus diferentes cualidades. Huyen de la luz azul, por ejemplo, porque representa la sombra, y prefieren la amarilla y roja, propia del sol.

-Habla de vida social de las plantas y cuidados de padres a hijos, ¿cómo es posible esto?

-La vida social de las plantas es muy activa. Como no pueden moverse, tienen que tejer unas relaciones sociales útiles con las plantas vecinas. Hablamos de colaboración o avisos de amenazas. Por ejemplo, hablando de los hijos, se ha visto que les proporcionan cuidados muy largos en el tiempo. Si imaginamos una semilla que cae en un bosque, que puede ser un lugar muy oscuro, antes de que pueda crecer y llegar a la luz del sol para hacer la fotosíntesis. Puede pasar un periodo de 10 a 20 años, en los que la planta necesita cuidados, porque no tiene autonomía, y esos cuidados se los proporcionan las plantas de su mismo clan que están cercanas, a través de las raíces, hasta que pueda hacerlo por sí misma.

-¿Si he entendido bien, otros miembros de su clan, alimentan a las plantas jóvenes?

-Sí. Les pasan savia. Hay un ejemplo muy bonito. Hace algunos años en un bosque Canadá se protegió el sistema radical de un abeto, pero la planta no podía alcanzar el agua y los nutrientes y se creía que iba a morir en poco tiempo. Sin embargo, vivió cerca de 5 años, y eso fue por los nutrientes que le pasaban las plantas que tenía alrededor. Y esto es algo excepcional que es muy difícil encontrar en el mundo animal.

Fuente: Pilar Quejada de ABC