«Para una persona acostumbrada a vivir en el mental, en el “pensar”, la vivencia que tuvimos de mano de Xavi supuso un emotivo descenso al mundo del “sentir”. Gracias Xavi por la experiencia, por tu sencillez, gracias a toda la “gran familia” que nos juntamos, gracias por tanta emoción colectiva y gracias por la presencia de esta generación de niños/as que vienen tan conectados, una luz de esperanza para esta humanidad.»

Mari Carmen